En el post anterior ya os hablaba de Esther y Álvaro, a ella la conozco hace varios años, cuando era profe de fotografía en una Casa de Juventud y era alumna mía.
Cosas de la vida, el grupo se fue reduciendo y los pocos que quedamos nos hicimos amigos. Para entonces, Esther ya salía con Álvaro y al acabar el curso se iba de Erasmus a Nottingham.
Ella era muy joven, y sin embargo, ya estaba segura de que él era el amor de su vida. Nosotros, en cambio, (malos malignos) le tomábamos el pelo diciendo que ninguna relación sobrevive a un Erasmus. Y fijaos lo equivocados que estábamos y lo segura que estaba ella.
Se casaron hace unos meses y no pude estar más contenta de que me eligieran para hacer el reportaje de su boda.
Atención a todos los detalles que preparó la madre de Álvaro, currada máxima y eso que no puedo enseñaros todo lo que hizo a mano porque no acabaría de subir fotos.
Aquel día apenas tuvimos tiempo de hacer un par de fotos entre la ceremonia y la cena, así que, como regalo de boda, decidí obsequiarles con un reportaje postboda en la finca Mirahuerta, donde se celebró la fiesta. Me parecía una pena desaprovechar un entorno tan bonito y tenía que hacerle más fotos a mi ginger bella y a Álvaro valiente.
Bonitos, un abrazo de los que te estrujan con fuerza.
…
She was very young and nevertheless, she was already sure that he was the love of her life. We, however (so so mean) used to tease her and said that no relationship survives an Erasmus program ever. And look how wrong we were and how sure she was.
They got married a few months ago and I couldn’t be happier to be chosen as their wedding photographer.
Pay attention to all the details that Álvaro’s mum prepared, such a huge work and I can’t show you everything she handmade because I’d never stop uploading photos.
That day we barely had time to take a couple of shots between the ceremony and dinner, so, as a wedding gift, I gave them a post-wedding session at Torre Mirahuerta, where the party took place. I thought it was a pity not to use such a beautiful environment and I had to take more photos of my beautiful ginger and brave Álvaro.
A suffocating hug for you, cuties!
Boda en Zaragoza , celebrada en la Catedral de La Seo y en la finca Torre Mirahuerta
Segunda fotógrafa: Aránzazu Navarro
Novia:
vestido: Raimon Bundó , zapatos: Unisa
maquillaje y peluquería: Eva Pellejero , tiara y corona : El Tocador de la Novia
ramo y decoración floral iglesia: Nacho Vergara
Novio: Traje: Lazaro
Catering: La Bastilla
Decoración: Concha Chamarro, la mamá de Álvaro
Gráfica, papelería y detalles: Eventos Ilustrados
Cupcakes: The Cupcake’s Home