«Ohana significa familia y la familia nunca te abandona ni te olvida. »
El día que llegó la Primavera me dí cuenta de que no era necesario viajar a Irlanda para vivir eso de «Four seasons in one day» , con subir al Moncayo ya era más que suficiente.
Nieve, lluvia, niebla y un frío que pelaba en un 21 de Marzo que más parecía un 21 de Noviembre. Ante semejantes condiciones metereológicas, no sería de extrañar que más de uno hubiera decidido huir a su casa y pasar de esta fotógrafa, pero no fue el caso de Lorena y Quique: un par de valientes que desafiaron a la climatología e hicieron que disfrutase y me sintiera afortunada de tener una pareja como ellos frente a mi cámara.
No recuerdo haber pasado más frío en una sesión de preboda, ni haber tenido más dificultades preparando un bodegón (bajo la lluvia), sin embargo recuerdo cuánto nos reímos, cómo a Lorena le temblaban las piernas y cómo estaba allí, abrazada a Quique, sin dejar de sonreír. Él la agarraba fuerte mientras no parecía importarle que la lluvia le calara hasta los huesos.
La espectacular belleza del Moncayo nevado, frutas de temporada, bésame bajo el paragüas, una tabla de quesos, cámaras de cine con historia y su Ohana tatuado.
Debo adelantar que tengo debilidad por ella, la primera vez que me escribió lloré como una idiota, pero ésta es otra historia que ya contaré a su debido tiempo.
Por ahora tan sólo puedo decir que las cámaras tan altamente robables que véis en las fotografías fueron el preludio de una de las bodas más increíbles y divertidas que he vivido hasta la fecha.
Sesión fotográfica de preboda en el Moncayo, Zaragoza.